Hoy en día, las dinámicas familiares son muy diversas y únicas en diferentes formas. Debido a esto, pueden darse situaciones en las que tu pareja no es el progenitor biológico de tu hijo o viceversa, pero podéis querer que se establezca una relación mediante un vínculo legal para que esta persona adopte al hijo del otro.

Este tipo de adopciones tienen una gran cantidad de beneficios para el hijo, y también para la familia en general. Sin embargo, dependiendo de la situación específica, el procedimiento puede variar. Habrá que tener en cuenta la edad de la persona adoptada, si es menor o mayor de edad, si ambas partes están de acuerdo en que se produzca la adopción, etc.

Por esa razón, es esencial consultar con un abogado si se tienen cualquier duda y que esté especializado en derecho de familia para que pueda ayudaros de la forma más especifica posible.

¿Qué beneficios tiene este proceso?

La adopción de un hijo por parte de la pareja actual de un padre o una madre biológica puede proporcionar una mayor estabilidad familiar, tanto al hijo como a la familia en general, y fortalecer la unidad familiar.

Además, este trámite tiene una gran cantidad de beneficios legales y financieros, ya que se verán afectados la seguridad social, las herencias y las sucesiones, así como los seguros médicos y los derechos como progenitor de la persona adoptante.

Otro beneficio es que, en caso de divorcio o separación de ambos padres, la adopción puede establecer una mayor seguridad legal frente a la relación entre el hijo y la pareja no biológica.

¿Qué requisitos existen?

Como requisitos de la persona adoptante, deberá tener siempre un mínimo de 25 años, además de tener una diferencia de edad con el adoptado de 14 años más. Además, se tendrán en cuenta sus antecedentes penales y otro tipo de información a la hora de conceder la adopción. Tampoco podrás adoptar si tienes un conflicto de intereses con el adoptado relativo a cuestiones económicas y/o procedimientos judiciales.

Respecto al adoptado, no podrá ser descendiente del adoptante ni pariente del mismo en segundo grado, tales como un hermano o un cuñado.

 

En conclusión, la adopción por parte de una pareja de un hijo puede ser un paso muy significativo a la hora de fortalecer los lazos de la familia y establecer derechos legales esenciales. Si lo estás considerando, es importante que busques un buen asesoramiento y que realices este proceso en mano de especialistas.